Animales infectos
- Gatos: núcleo de la red infecciosa, portadores natos de Toxoplasma gondii. Proximidad con humanos los hace principales diseminadores.
- Ratones: intermediarios inevitables en el ciclo adaptativo; fisiología acelerada prepara al parásito para organismos complejos.
- Conejos: metabolismo rápido permite ensayar mutaciones antes de fijarlas en humanos.
- Ardillas: dispersión ambiental; movilidad urbana y bosques las convierte en mensajeros del parásito.
Estas criaturas sostienen la permanencia del Vermífugo; los humanos entran en un ecosistema ya dominado por el parásito.
Estratificación de los infectos
- Vermífugos originales: compatibilidad total, etapas latente → invasiva → simbiótica → dominante.
- Vermífugos selectos: alta receptividad psicológica y neurológica; integración parcial.
- Kryptianos ideales: compatibilidad media, agresividad extrema; inestables e irracionales.
- Inoculados errantes: rechazo al parásito, necrosis cerebral, erráticos y peligrosos.
- Sujetos de prueba: secuestrados y sometidos a inoculación experimental.
- No infectados: minoría preservada, valor como “materia prima” para futuras pruebas.
Gráfica global 2021-2026 de propagación:
Los animales no son meros transmisores; forman parte constitutiva de la ecología del Vermífugo. La estratificación confirma que no todos tienen la misma suerte: algunos serán depredadores, otros carne de laboratorio, otros cuerpos descartados.
Nota de Landon Stoddard: El Vermífugo busca instaurar un orden jerárquico, una clasificación donde cada especie y cada individuo encuentra su lugar.